Hoy tenemos a disposición más datos y mucha más capacidad de cálculo en nuestras computadoras. Esto nos permite ser más efectivos y eficientes gracias al uso de la analítica digital.
La analítica, entendida como la toma de decisión basada en datos, genera «decisiones digitales» que se están convirtiendo en la razón del éxito o fracaso de las instituciones. Y esto se cumple en la sociedad en general, desde la gestión de ONG, pasando por gobierno y empresas hasta el emprendimiento tecnológico que se está gestando en este momento en algún bar de Rosario.
Pero, ¿por qué esta revolución de las decisiones es importante? Porque, en primer lugar, las decisiones digitales permiten una mayor personalización de la oferta de una organización. La personalización permite que las empresas le ofrezcan a cada quién lo que está dispuesto a pagar y de esta manera maximizan sus ingresos. En segundo lugar, lo pueden hacer de forma más automática y a menores costos. De esta manera, las decisiones digitales se convierten en algo disruptivo, un cambio de paradigma en gestión, generando infinitas oportunidades y obligando a los decisores a adaptarse o desaparecer.
Las decisiones basadas en datos no son una novedad, per se, lo son cuando la toma de decisión ocurre de forma automática o con una profundidad impensada hace unos años nomás. Por eso se están convirtiendo en una diferenciación competitiva determinante. Para poder diferenciarse las organizaciones deben transformarse.
1-La analítica en las organizaciones no debería estar centralizada.
Como por ejemplo un área de «inteligencia de negocios». La «inteligencia» debería estar en todos lados, con fácil acceso a la base de conocimientos de la organización. Actualmente las herramientas tecnológicas de manejo de información son cada vez más amigables y por lo tanto pueden ser usadas con pocos días de entrenamiento. Además, es importante buscar que cada área de la organización tenga recursos con capacidades analíticas que no sólo contesten las preguntas, sino que también sepan formularlas.
2-El aporte de los seres humanos en las decisiones será la creatividad.
Esto es verdad cuanto más digitalizada se encuentre la operación de una organización. Las decisiones necesitan guía, supervisión y saltos creativos. Por ello, contar con personas con una formación amplia y universal que puedan conectar conceptos aparentemente distantes es importante. Que sepan analizar datos en profundidad y agregarle su creatividad para arribar a las mejores decisiones.
3-Las decisiones digitales enseñan, se necesita predisposición para aprender.
Esto implica curiosidad y una actitud de descubrimiento. Garry Kasparov en su último libro «Deep Thinking» lo dice con claridad:» Todos los datos del mundo no nos permitirán superar nuestros prejuicios si no los escuchamos». Las máquinas nos pueden enseñar a tomar decisiones más objetivas y exactas si estamos dispuestos y sabemos interpretarlas.
Como tantas otras cosas, la era de las decisiones digitales se viene gestando hace ya un tiempo. Existe un postulado de los años ochenta, la «Paradoja de Moravec», quien dijo: «es fácil comparativamente conseguir que las computadoras muestren capacidades similares a las de un humano adulto en tests de inteligencia, y difícil o imposible lograr que posean las habilidades perceptivas y motrices de un bebé de un año».
La dirección de las organizaciones del futuro será una simbiosis perfecta entre nuestras capacidades humanas únicas y la potencia de nuestras computadoras.
El autor es docentede la Lic. en Analítica Empresarialy Social del ITBA
Fuente: Diario La Nación
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